Wednesday, May 31, 2006

Análisis discursivo de cocina aplicado al machito porteño empresario

Puerto Madero - también apodado Puerto del Miedo porque aloja a los más horripilantes seres- era el escenario perfecto para esta reunión. El, un empresario buenmozote con más palos verdes que años encima y actitud de psicópata de libro básico. Del otro lado de la mesa, ellas, tres fémenias indefensas, presas potenciales, a sus ojos, nada más que eso. Mi socia sabe interpretar bien sus movimientos.
- El psicópota es hábil, manipulador y obvio que por momentos, encantador. Pero básicamente es un ser angustiado y registra tu angustia (porque es muy perceptivo) y ahí se manda, la cala al toque. Termina siendo un diálogo de angustia a angustia. Va directo a tu punto más vulnerable.
Bueno, este psicópata en particular detectó que mi brazo estaba angustiado porque se pasó la totalidad de la reunión dándole golpecitos con una mano cada vez que hacía alguna afirmación. Y afirmó mucho durante la reunión. Intentando seguir su razonamiento y mirando de reojo para verificar su estado de ánimo - el jóven pasó del alarido histérico a la sonrisa más auténtica y con cada paso iba desandando el camino de la reunión anterior- yo tomaba algunas notas. Y todo lo hizo en una divina demostración de machismo que incluía delimitación de territorio, elevación de la voz para demostrar poderío y alguna otra patraña que se figuró para imponerse. Solo le faltaba levantar la patita y mear la mesa de directorio en la que estábamos sentadas las tres. O bien podría haber sacado su enorme miembor viril en perfecto estado de erección y habernos cacheteado a todas con él. Pero no, nuestro psicópata preferido eligió no andarse con vueltitas en su manejo discursivo y optó por hablar de “tocar” sus conexiones en New York (esto lo decía mientras frotaba con pasión las llaves de su Audi), usó un lápiz de punta afiladísima para señalar detalles de un brochure institucional y cuando la excitación se le volvía ya casi insoportable, incontenible, en un despliegue barato, casi gratuito y sin sentido, ilustró un ejemplo de glamour sacando de su billetera Prada una tarjeta American Express Platinum y la mostró antes de arrojarla sobre la mesa!

¿Acabáste? ¿Estuvo bueno, te gustó? ¿Un Kleenex? ¿Podemos ahora seguir con la reunión ya sabiendo que sos el jefe de la manada y que por las noches te subís a lo alto de las terrazas del Sofitel y le aullás a la luna antes de bajar a servir a cada hembra del montón?

- Bueno, creo que entendimos el concepto. Me parece que tendríamos que definir un poco la paleta de colores. Pasame la pantonera, por favor...Fijate qué te parecen estos rosas...
A veces soy especialista en desarmar pantomimas mal montadas. Y lo hago con tanta, tanta clase!

Gonna dress you up in my love


Cuando caminaba por NYC sacaba fotos a las vidrieras, a esas cosas que me daban ganas de comprar pero no compraba. La cuestión era que me entusiasmaba con algo cada dos o tres cuadras y dadas las dimensiones de la ciudad se convertía en un juego peligroso. Preferí volver con 334 fotos en un CD (o me engañé a mí misma pensando eso, que es más o menos lo mismo). De esta remera hubiese comprado al menos ocho ejemplares. Se los hubiese regalado a ellas y yo se que ellas hubiesen estado chochas de ponérsela y andar por ahí todas con esto puesto. ¿O no?
Obvio, una era para mí.

Monday, May 29, 2006

Momentos en que me amo 1

Hay momentos en los que me adoro, momentos en los que me enamoraría de misma y me soprende notablemente que alguien no lo haga. Así nomás. Como recién, que voy a la verdulería porque viene Matías a comer a casa y vi un riquísimo ananá entre las frutas y le dije al verdulero:
- ¿A cuánto está el ananá, señor?
- Ay, pero mamita, eso es un plumero, mi vida...

Claro, nadie te dice lo parecidos que son los penachos del pineapple y las plumas de un plumero chiquito - esos de repasar adornitos - cuando tenés astigmatismo meópico contra la regla. El verdulero se conmovió y casi intuiría que se enamoró y terminamos abrazados y ahora ya no puedo volver porque es un escándalo. A este paso, tengo la mitad del barrio vedado.

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Je suis Coco

Al final, después de un rato de hablar, terminamos concluyendo que estoy llena de cábalas. La de no comprar forros antes de un encuentro es una, ya lo dije varias veces. La idea es comprarlos en aquellas ocasiones donde es sabido que no va a suceder. Comprar así como a la qué me importa. Ace baja espuma, Cif baños, milanesas de soja, paquetito de Prime, leche Serecol con fitoesteroles, yerba, Casancrem verde y sal de mesa. Dejar que el paquete se confunda cómodamente con el resto de la lista y sea parte del montón, se funda. Porque un paquete de Prime entre esos bienes de primera necesidad pasa inadvertido. Ahora, cuando se lo coloca al lado del Malbec de Finca La Anita, el paquete de nueces en sus cascaras que uso para adornar la tabla de quesos, el paquetito de Brie, el salmón ahumado, las alcaparras y las cerezas, claramente grita: GUERRA y eso es mal karma. Esto presagia un tremendo final donde mi tarjeta de crédito queda abultadísima, el paquete de forros cerrado y yo, caliente.
Después tengo el tema de las sábanas. No se cambian antes de una visita sino que se cambian con la asiduidad necesaria para que cualquier visitante imprevisto se recueste en sábanas que huelan a Comfort, lunes, martes, domingo o jueves.
Finalmente está el tema de la depilación, mi anticonceptivo de preferencia. En este caso se asemeja mucho a las sábanas. Nunca dejar que el crecimiento supere lo mínimamente tolerable sino por el contrario, fluir en un permanente ir y venir a lo de Monica Brenta pero nunca más correr desesperada y sobre la hora después de la oficina en busca de un cavado profundo y una tira de cola para la cita de la noche.
- Vendrías a ser algo así como el Coco Basile del sexo, me dijeron esa vez.
Llevó un tiempito entender la metáfora futbolera pero supongo que está bien. De ahora en más sere Cocó.

Saturday, May 27, 2006

The way my twisted brain works during my Eliot class

There are shamrocks on the table, in a vase brought by one of the students. "The seeds were brought from Ireland" she says. "Freak", I think to myself. Roots and everything still attached to the thin white stalks. They smell weird. I am tempted to pick one and chew on it. I have this impression it´ll taste like watercress. Then again maybe it won´t. Are they edible at all? Should check that. Hm, might be poisonous for all I know. They´ve got big leaves, unlike clovers and just three of them. Not lucky. I´m looking over a four leaf clover, that I overlooked before. One leaf is sunshine the other is rain... God, where did I learn that song? And how does it go on?
"And still she cried and still the world pursues". God, I must´ve missed a million lines. Focus, girl, focus.

Thursday, May 25, 2006

The Silent Chef

Cuando murió mi abuela, mamá se quedó como petrificada, sin saber muy bien cuál era la reacción que se esperaba de ella. Pero ese fue justamente el momento en el que se dejó de esperar algo de ella. Yo me ocupé del proceso eficientemente y con bastante poca emoción. Sin embargo, yo me acuerdo más de mi abuela y últimamente cada vez con más cariño. A veces hasta me viene en sueños y tenemos unas charlas que hubiesen sido imposibles, mezcladas con otras charlas que sí tuvimos donde me contaba de Polonia y los nombres de sus hermanos. Para mi ella es un recuerdo bastante cotidiano, natural. Mamá en cambio no la menciona demasiado. Pero hay días, como el martes, en que se le da por cocinar viejas recetas de la abuela, sin razón aparentente. Le vienen ganas y lo hace. Debe ser su forma particular de recordarla.
Viene a casa con unas Natillas, Cremitas les decía yo de chica. La capa de vainillas que iba abajo estaba perfecta, el gusto era casi el mismo (aunque debían ser al menos 20 años que no las probaba) pero había algo en la textura que las delataba. Estaban esponjosas, como una mousse.
-¿Batíste bien los huevos y la leche antes? le pregunto.
Mi abuela le daba esa tarea a mi abuelo, que con un batdior manual, esos que tienen una ruedita que gira, batía por horas.
-Sí, y después revolviendo a fuego lento hasta que rompe el hervor cuidando que no se corte.
-Claro, y después lo de la cuchara de plata, que tenía que salir toda cubierta...
Desde una silla que acercaba al lado de la cocina, yo podía ver perfectamente como la cuchara de plata salía cubierta por la crema. Mi abuela la soplaba un rato porque estaba hirviendo y me la daba para chupar. Después de eso, estaban listas.
Mamá me mira confundida. No tiene la menor idea de lo que le estoy hablando. Nunca había escuchado ni visto la cuchara de plata. Se le perdieron varios recuerdos en el camino. Hay muchos secretos que no están en los libros de cocina, ni en las recetas escritas. Yo me quedé con algunos.

R.E.M

El que comenta abajo tenía razón. Esto no daba. Por el momento lo retiramos. No así sus comentarios, obvio.

Tuesday, May 23, 2006

Babysitting

- Cuando se murió Frank Sinatra yo lloré. Imaginate que para mí fue la música de fondo de toda mi vida. Si habré bailado con el tipo, hasta me enamoraba de minas escuhándolo.
Toti me habla desde su sillón, mi sillón. Mira arriba de la heladera y me pregunta si tengo alguna bebida espirituosa para ofrecerle.
- Abro una botella de Malbec. Tengo una, eh. ¿Querés?
- No, estás loca. No vas a abrir una botella de vino por mí. Dejá…

La verdad es que a mí no me gusta que tome y vuelva manejando. Pienso en como cambia todo. Y entonces hablamos de la vida, de su vida con Frank. Parece que siempre era un trío: una mina, él y Sinatra en el medio. Bailamos Cheek to Cheek y cantamos Something Stupid igual que lo harían Nancy y Frank. Yo canto la letra y el tararea porque no habla en inglés. Toti baila bien. Le muestro algunas fotos de mi viaje, las mostrables. Me dice que fotografío bien y me hace reir. Cuando le abro las fotos en el preview me da instrucciones del tipo “hacéme cámara a la derecha, a ver, hacé un primer plano de tu cara”. Zoom in, zoom out, yo interpreto. Cuando me despide me abraza fuerte, me dice que me quiere y siento apenitas el temblequeo en una de sus manos sobre mi espalda. Es casi imperceptible pero está ahí.
Al rato aparece mamá. Se cruzaron por diez minutos, le digo. También escuchamos Frank y me dice que el disco de Something Stupid se lo regaló el abuelo Tito (papá de Toti) hace mil años. Cocino algo, comemos y charlamos un rato. Le pongo un poco más de música y guardamos las cosas que me trajo de su casa: el tapado de piel de mi abuela que usé el año pasado y unos sweaters que dejo en su casa durante el verano. También se lleva la valija de Hernán que me prestó para mi viaje. Me quedo sola. La casa de repente parece mucho más grande.

Monday, May 22, 2006

Miss You



Me compré las 30 que vienen en este librito y se pueden despegar como postales y son cada una mejor que la anterior. Pienso enmarcar varias, seis por lo menos y ponerlas en algún lado de la casa. El sábado se las mostré a Chechus que miró algunas con cariño y entonces también le voy a enmarcar alguna a ella. Se la vió tan entusiasmada que se la merece.
Estaban en una papelería del Soho que hubiese sido el sueño de mi madre. Ella siempre dijo que hubiese querido vender libros y tener una papelería. Cuando entré pensé: Nunca me voy a olvidar de este negocio y ahora, increíblemente, me está costando acordarme del nombre del lugar. Solo sé que era un nombre de mujer.
La papelería tenía todas las tarjetas, tarjetones y tarjetitas imaginables, los papeles de todos los colores, texturas, orígenes y gramajes, chucherías abrocha/pincha imprime/engancha/corta/pega/tiñe/pinta/sella papel posibles y no me daban las manos para juntar maravillas impagables. Pero en un rinconcito las encontré. 30 postcards by Yoshitomo Nara.
Dejé todas las chucherías y me llevé este libro.
Oh, my God! I miss you.

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Prejuiciosa, a-ha, a-ha, a-ha, prejuiciosa


Ayer mi vecina me dice que encontró un emoticon que le hace acordar a mí. Hay pocas cosas que odie más que los emoticones (empezando por ese nombre tan pardo) pero gracias a mi adorada Mac, a la mayoría no los puedo ver. Cuando me los mandan en el Messenger (porque tampoco me gusta decir emeseéne) simplemente le escribo a la persona: Visualizo dos paréntesis con una K en el medio. Asumo que me estás besando?
Entonces mi vecina amenaza con enviarme el emoticon y lo hace, además de decirme que en mi caso, mi problema con los emoticones viene de puro prejuicio.
Charlotte, son solo prejuicios: "emoticones", no pincharse profes de
gym, que un hijo estudie “Escuela de Circo y acrobacia” o peor aún, te salga artista de semáforo...

Niñas envueltas

Esta oficina nueva conserva las mismas malas características que la anterior en lo que a bajas temperatures respecta. Mis dedos (de uñas cuidadosamente esmaltadas) apenas asoman de entre los puños de mi campera que aún llevo puesta a cuatro horas de haber llegado. Subo el numerito del control remoto a 30 grados pero es todo un gran engaño, esa temperatura no existe. En la falda tengo una pashmina negra que me envuelve como un pareo cuando circulo por la oficina. Mis socias hacen lo mismo.
Necesito motivos que me saquen de la cama los fines de semana de invierno o bien motivos que me mantengan ahí adentro, pero no durmiendo. Ultimamente nada puede volverse más tentador que meterme baja las capas de edredones de mi cama. Me meto toda enjogginada y después me voy sacando una a una las prendas porque las plumas levantan rápidamente temperatura y una no necesita más que una remerita. Agarro mis libros y voy leyendo a veces de dos a la vez. Cada tanto me distraigo, miro el techo abovedado de mi cuarto y pienso en cosas como en el color de la pintura que voy a elegir para las paredes, el patinado que pienso hacerle a los pisos y si el mínimo de hidrolaqueado mate cubrirá el metraje de mi casa. Otras veces pienso si entraría una cuna en el piso de abajo.

Thursday, May 18, 2006

Nepotismo

Son cuatro ejecutivos. Entre ellos el presidente de la empresa. Pasamos por los protocolares ofrecimientos de vasitos de agua y cafés intomables (como en toda empresa) y nos escoltan a la sala de reuniones. Por la ventana veo Alem y un poco más allá, el río.
No deja de sorprenderme como algunos hombres se alteran con la presencia de dos minas lindas en una oficina con una mayoría masculina. Hormonas levemente sacudidas. Si fuesen gorillas andarían batiéndose el pecho. Me dan un poco de ternura y gracia. Repruebo a aquellas que abusan de ese poder pero pienso que sería tan pero tan fácil, un juego de niños casi.
La mesa de directorio es grande, larga y negra. Parezco concentrada en la reunión y en gran medida lo estoy. Sigo la conversación en todo lo que nos compete (la foto de la tapa está aprobada, no así la frase, cambiamos de brochure de 8 páginas a un tríptico) pero tengo persistentes imágenes de mi misma en escenitas sexuales sobre esta mesa de directorio. Pienso en cuál de los presentes elegiría para participar. Escaneo a 300 dpi: ninguno.
Armo un nuevo directorio. Coloco ex amantes, escritores, actores de cine y TV, personajes conocidos e imaginarios en cada casillero del organigrama. Cubro todos los puestos de bombas sexuales y completo hasta los mandos medios gerenciales. Uno a uno.

Wednesday, May 17, 2006

Pablo mi portero paraguayo

Pablo es el portero de la oficina que se turna con Sinecio con el que no tengo ni media onda (y ni siquiera se escribir su nombre). Pablo por el contrario, es lo más. Me recibe con una sonrisa llena de dientes, me pregunta “por mi papi” ya que muchas veces se queda hablando con Toti cuando me pasa a buscar por la oficina y además me festeja todas las boludeces.
Hoy por ejemplo, le hice un número de Flamenco a la salida, no era flamenco puro; simplemente taconeé un poco con mis botas, alcé las manos tocando mis castañuelas imaginarias que solo usé por momentos y dí unos giritos al estilo Antonio Gades mientras le cantaba una cruza de Azúcar Moreno y Carmen.
Pablo mi portero paraguayo se pone de pie, aplaude como loco y grita: Qué viva esa bailaora, qué viva esa bailaora, qué viva!!
Gente así.

Tuesday, May 16, 2006

Angurrienta


En otras casas eran "Mamushkas" pero en la mía eran "Babushkas". Si bien mi abuela era polaca, ella sostenía que en Rusia las llamaban así. Las trajo de un viaje y desde el momento que salieron de la valija lo hicieron bajo el nombre "Babushkas".
Yo me paraba frente al estante donde estaban y lo miraba por largo rato hasta que alguien se apiadaba de mi escasa altura y me las bajaba. Ahí tenía entretenimiento para rato. Las desenroscaba una a una y después las volvía a cerrar haciendo que el dibujo coicidiese en la parte en que se juntan las dos piezas. Ahí estaban, listas para pararse en fila de mayor a menor. La más chiquita era tan pero tan chiquita que apenas se le reconocía el gesto sonriente de la cara. Me cabía perfecto en la mano cerrada y encima parecía un caramelo de muchos colores. Claro, será por eso que un día me la comí. Cuando fui interrogada acerca del paradero contesté con la verdad y Mamá me persiguió durante días con una pelela que había abandonado hacía (según mi entender) una eternidad. Porque yo había sido bastante precoz en todo, sin chupete, sin media lengua, sin pañales... Yo amaba treparme con mi banquito al inodoro y gritar: Termineeeeeeeeeeeeeee. Me sentía grande.
Siempre supuse que la pelela había sido un castigo por mi inmadurez, por haberme comido la Babushka. "You act like a child, you go back to your potty, like a child...", una cosa que pobre Mamá nunca dijo. La estrategia materna la entiendo recién hoy. Después de unos días de pelela y llamados al pediatra la Babushka volvió a su estante original.

Monday, May 15, 2006

Mobbing (*) O El Sindrome Carrie Ingalls

Somos una organización pequeña, lo que mi amigo Iván el abogado define como “un estudio K” cuando habla del suyo, por el tamaño. (Hoy pienso usar todas esas palabritas y conceptos que detesto, ya arranqué por organización).
La cuestión es que toda inversion en tecnología sale cara y renovar las Macs aún más. V entonces, diseñó un sistema de rotación a través del cual la tecnología no debería quedar en nuestras manos por más de dos años y medio (debería ser menos, pero es imposible). Algo así como lo que se hace en los campos. Entonces, cuando compramos una nueva Mac para alguna de las diseñadoras (ya que son las que necesitan mayor velocidad y espacio), la carcacha demodé que va sobrando se pasa a alguien que no requiera de tanta memoria o tecnología, se le pasa a “the next blond in line” que vengo a ser yo. Soy Carrie Ingalls, la hermanita menor a la que siempre le llega la ropa usada de los de más arriba. Como nunca tuve hermanos, para mí esto es algo novedoso y siendo socia en la organización yo también voté porque el recambio tecnológico se haga de esta manera. Eso sí, si trabajase en una organización así como más corporativa estarí corriendo ya a RRHH (otra de las palabritas que detesto) y hablado con la chica de personal, la misma que redacta los newsletters internos (de paso te clavo el “House Organ”, término que también odio) y me quejo y le grito en la cara “Esto es mobbing, mijita! A mí me están armando una cama y ya voy a hablar con mis abogados”. Pero claro, no trabajo en una corporación, la cama me la armé solita.

(*) MOBBING
EMOTIONAL ABUSE in the workplace.
"Ganging up" by co-workers, subordinates or superiors to force someone out of the workplace through rumor, innuendo, intimidation, humiliation, discrediting, and isolation.
Malicious, nonsexual, nonracial, general harassment.

Saturday, May 13, 2006

Breakfast at Eliot's


En la mesa hay jarras enormes de café y tal vez demasiadas mujeres. Me sirvo taza trás taza para mantenerme despierta- no de aburrida sino simplemente por las pocas horas de sueño . Cada uno tiene en frente su copia de The Waste Land, sí así separado como lo escribió Eliot. Algunos tienen una fotocopia. Mi versión es una edición probablmente barata - ya no lo recuerdo- de Faber and Faber, la misma que tengo para Edward Thomas, Hardy, Plath y Dickinson. Tiene una filigrana de efes pequeñitas que cubre toda la tapa y generalmente un retrato en carbonilla o lápiz del autor. Por supuesto no huele como un Penguin.
Mamá está sentada al lado mío. Ella tiene su cuaderno, yo no traje ni hojas así que le arranco algunas del centro abrochado que se desprenden con más facilidad. Eliot empieza a leer su poema de media hora desde un CD a mis espaldas, April is the cruellest month arranca. Tomo algunas notas, subrayo frases, pienso en la charla acerca del Modernismo de un rato antes, fragmentación y puntos de vista múltiples. Mamá me muestra un cuadro de Braque mientras sonaba Stravinsky. Fragmentación. Subrayo "a heap of broken images", "I cannot connect nothing with nothing". Yo tampoco.
Mamá toma notas a mi lado también. Espío su hoja rayada. Exactamente la misma letra salvo que la mía es un poca más grande y relajada pero las mismas tés y la misma C en Cubism. Ella escribió "With a dead sound on the final stroke of nine" y me pregunto porqué. La miro y le llamo la atención con mi birome, le muestro su página y la mía. "La misma" le digo solo moviendo los labios. Sonríe.

Thursday, May 11, 2006

Mujer, si puedes tú con CTI mensajear...

Arreglo para comer con mi ex vecino, ese que te dice "mujer" cuando te habla y te desarma. Me espera con la comida lista en un PH en pleno Belgrano R, barrio en el que me pierdo como en un laberinto y ando con miedo a encontrame al minotauro a la vuelta de la esquina de Melián y Olazábal. Es también de los que hablan despacio, piensan y te miran a los ojos cuando les contás algo. Me dan ganas de arrancarle los pelos y llevarlos a las oficinas centrales de L´Oreal en Paris para que traten de imitar el color y lo empaqueten. Se vendería como pan caliente. Tiene la cantidad justa de verano y mar en los tonos más claros y el resto del cuerpo del vecino viene marca surfer salvo que es productor de cine (rubro prohibido por la tradición familiar).
El sistema de texto preconfigurado de mis mensajes en el celular, presenta ciertos problemas de diseño. Cuando firmo con un Chau, beso me lo cambia a un Chau cero automáticamente. No reconoce la palabra porro ni faso. En ambas exige tipeo. No le gusta el término cohete y lo cambia automáticamente por cógete (que no viene al caso). Por otro lado, acepta payaso y caño.

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Tuesday, May 09, 2006

"Like a moth to a flame, only I am to blame", cantaba Madonna

A mi amigo le gusta cocinar, de hecho, vive de eso y después de comer una comida espléndida, tomarnos una botella entera de vino y un huevo de pascua kinder que se me dió por atacar, nos tiramos en los sillones de su casa.
- ¿Seguís teniendo ese corset de animal print que usabas hasta cansarte?
- No era un corset nene. Era un top.
- Ya debe caminar solo. Es más creo que está parado en ese balconcito francés que tenés queriendo suicidarse. Tiembla cada vez que te ve venir...
Mientras el Tano decía pavadas de este tipo, por la ventana entró un bicho inmundo que sobrevoló la habitación mostrando una notable predilección por mi persona; en pocas palabras, sentí que me atacaba. Hacía un ruido peor al de una mosca Tzé tzé pero era gordote y verdoso con un vuelo distinto al de una mosca, un vuelo más bien tosco, circular y pesado. Como todo bicho -porque no pueden con su genio- se acercaba peligrosamente a las dicroicas. Al posarse cada vez, parecía comprobar un dato interesante: que las dicroicas queman, y justo antes de prenderse fuego se escapaba en círculos neuróticos en mi dirección. Tiré un almohadonazo. El ruido paró. Black Hawk Down. Sonreí. A los pocos segundos revivió y me tuve que hacer una bolita en el sillón para no ser atacada. Silencio nuevamente.
- ¿Se fue?
- No nena. Lo fui.
Y con eso lo envolvió en una servilleta y lo tiró a la basura. Resultó ser una chinche verde perdida del verano. Que se joda por tonta. Está fuera de estación y además ya deberían haber aprendido que revolotear alrededor de una lamparita no es buen programa para un insecto. Generaciones y generaciones de bichos quemados por Edison. Uno diría que habrían evolucionado algo, pero no.
Bueno, la verdad es que hay cosas que uno no puede dejar de hacer a apesar de conocer las consecuencias negativas del acto, como comer choclo. Uno sabe que al choclo lo sigue indefectiblemente el hilo dental. O cogerse a un ex esa vez que se juntaron “para tomarse un café y contarse las vidas”. Tomarse un café que se extendió en un “pidamos empanadas, no te vas a poner a cocinar ahora” y en un vinito para acompañar y en una tremenda revolcada en una cama.
Claro, salvo que ya conocés el dental floss que le sigue. A la mañana siguiente te levantás enmarañada, enredada en telarañas pegajosas de hilo dental. Son tan densas que quedás hecha un capullo, en estado de crisálida por unos meses (sumado a que te sentís un gusano también por dentro el cuadro se completa perfectamente) hasta que claro, después de un tiempo salís hecha una mariposa divina.
¿Todo para qué? Para empezar a volar chocha, como ese bicho tarado de esta noche, que si no se quema con una dicroica lo bajan de un almohadonazo. Eso no es evolución.

Enredada

La chica de la Esquina de las Flores se ha enamorado de mí. Hoy me agarró las manos para admirar el color de mi esmalte (Revlon Vixen Red) y las sostuvo por un ratito más de lo indicado por el protocolo. Me enorsco en explicaciones acerca de las mejores técnicas para extender la duración del esmalte, le cuento acerca de la capa de incoloro por encima y de los guantes amarillos para las tareas domésticas. Mientras lo hago, ella no me las suelta y cada vez hablo más incoherencias.
Como esa vez en el ascensor de la Torre de Avenida de Mayo. Me miraba al espejo corrigiendo el estado de mi pelo por varios pisos hasta que el del piso 21 que me gustaba, dijo: No te mires más. estás muy linda...
Podría haber pensado en algo que prolongara el diálogo un poco, pero no, sufrí un problema sintáctico importante y dije:
Es que con el pelo se me enrula la humedad...

Monday, May 08, 2006

De como sin quererlo me vi hablando como una publicitaria

- Me podrías mandar un brief, algunos puntos, conceptos, aunque sean sueltos para que yo pueda ir amando algo?

Debería re titular.
De como sin quererlo me concontré hablando como una publictaria y no me entendieron un carajo. Los conceptos enviados por el cliente fueron los siguientes:

Modern life
Classic Style
Opera
Punk
Sofisticado
Paz
Relax
Familia
Golf
Tiempo libre
Trabajo personalizado
Experiencia
Trasparencia
Asesoramiento Legal
Asesoramiento Financiero
Asesoramiento Crediticio
Miembro de la Camara Inmobiliaria Argentina
Concluyo que se equivocó y me envió un block del cuaderno de su analista y terapeuta en téncicas alternaticas, Insight y Rebirthing donde había anotado el ejercicio de asociación libre durante la última sesión de hipnosis con Ayahuasca amazónica.

Brunch Babble

- De repente Mia y Woody tenían un buen arreglo, ¿ves? Eso de vivir en casas separadas, sin lo cotidiano, esa rutina matadora de lo doméstico. Eso tiene que ser terrible, muy tremendo para sostener una pareja.
- Buen arreglo? Vos me tenés que estar jodiendo. Woody se la terminó cogiendo a Soonyi, boludo. ¿De qué me estás hablando? Aunque lo de la rutina doméstica te la re tomo.
Con el armamos los nuevos paradigmas de una relación matrimonial en lo que dura un almuerzo, redefinimos políticas de estado, me cuenta las extrañas razones por las que hace cosas para “la Pato” (Bullrich) y lo acompaño a comprarse un traje a Giesso.
- A vos te gusta la mina porque tuvo su época de glamour de izquierda pero en el fondo es una paqueta de Alvear y Parera. A vos un barrio te define el apoyo a un candidato.
- Sí, nena, y a vos un par de zapatos, una cogida.
- Gauche caviar. No tengo más nada que decir.
- ¿Cafecito en Mark´s?
- Lo último, y no volvemos sobre el tema. Un par de zapatos equivocados (sí, no me mires así que sí existe tal cosa) o una cadenita de oro en el cuello para mís son un tema irremable. Cada uno tiene lo suyo, sus ñañas. Pero yo no me hago la amplia. Ojo, nunca lo hice.

Sunday, May 07, 2006

I can dance. O yeah, believe you me

Heaven, I’m in heaven
And the cares that hung around me through the week
Seem to vanish like a gambler’s lucky streak
When we’re out together dancing (swinging) cheek to cheek

Ser rubia es una condena. Lo más parecido a una cadena perpetua.

Claro, ahora soy amiga del wiskola y eso ayuda...Pero el concepto me parece que quedó clarísimo.

Saturday, May 06, 2006

To be returned

Father said it used to be a gentleman was known by his books; nowadays he is known by the ones he has not returned.

William Faulkner. From The Sound and the Fury, my own 1976 Penguin Modern Classics Edition, the one that smells just like a Penguin book should.

No seré un caballero pero lamentablemente debo varios libros que ya están a punto de convertirse en una lista que habrá de definirme mucho más más que los que he leído.
A Martín tengo que devolverle dos, El Pasado de Alan Pauls y La magnitud de la tragedia. Antes de mi viaje los anotó cuidadosamente en un papelito que dudo que haya conservado pero yo me acuerdo.
A Marin, Chicos, de Bizzio y el de Lorrie Moore.
A Mother, imposible listarlos; una infinidad de títulos que ya se acomodaron cómodamente en los estantes de mi biblioteca a los que mira con cara de "yo a vos te conozco" cada vez que viene a casa.
A Ki, Atlas Shrugged.
Al benemérito colegio inglés: Touched with Fire, An anthology of poems compiled by Jack Hydes que incluye todo desde Auden hasta Yeats. En la retiración de la tapa tiene un sobrecito de papel con una ficha que dice: Name, Form Year y Condition. Tiene escrito mi nombre, S4B (Senior Four B), 1987 y yo misma anoté Perfect en el casillero de Condition. Lo que nunca hice fue devolverlo. Estoy pensando seriamente en hacerlo para el 20 year reunion. “Yes, I´m Charlotte,graduated in 1988, I thought you should have this back”.
Escaparse del colegio con un libro era casi imposible, quedaba todo estrictamente registrado en algún lado que no recuerdo pero se ve que de alguna manera logré burlar al sistema.

Friday, May 05, 2006

What's in a name? A teenager, by any other name would sound as loud...

- Pasáme tu dirección de Skype.
Cuando la creé traté sin éxito de usar mi nombre y mi apellido pero estaba tomado y terminé con una patética dirección que queda algo así como "luligomez2006", pero al menos conserva el password de muchas de mis otras cuentas. Mi memoria no resiste la incorporación de una contraseña más: Banelco HSBC, Río, Pc banking en ambos, banca telfónica, contestador automático en casa, en el celular, dos cuentas de mail en la oficina, una personal, otra más personal aún, Messenger, Pago mis Cuentas.com y otras que ya olvidé definitivamente. El otro día estuve por lo menos 10 minutos parada frente al Banelco moviendo mis dedos como una concertista de piano a sala llena suponiendo que la contraseña iba a llegar a mis manos por milagro como a veces lo hace un número telefónico. Es una memoria motríz aparentemente ausente de conciencia que esta vez no funiconó y la máquina terminó por prohibirme el ingreso totalmente.

- Luligomez2006, le digo con verguenza ya esperando lo peor.
- JAAAAAAAAAAAAA!! Sos una hija de puta. Parece un buzo de viaje de egresados, Bariloche 2006. Vos debías ser de esas pardas que se cogían al coordinador.
- Calláte, en los ochenta yo todavía no cogía, nena. En La Benemérita Institución no te dejaban coger hasta egresar. Estaba totalmente prohibido.

El Charlotte Sometimes fue un buen intento y suena muy bien. Varias personas lo han dicho. A alguno le traía reminiscencias de lánguidas prostitutas recostadas en un le corbousier y pitando en boquilla mientras lee a Proust o alguna otra imagen de estilo. Hay direcciones efectivas. Una vez conocí a un tipo que tenía una que decía algo así como "elmailqueusoparaesascosas" arroba algo y me había parecido extraordinaria.
Ahora yo, sin embargo, cargo con el karma de una dirección de Skype de lo más loser que no hace más que retrotraerme a un gupito de adolescentes exaltadas bajando a los gritos del cerro Otto al grito de "Bariloooche, Bariló che ché!!". Pero bueno, mi resto creativo se ha agotado. Como ya fue dicho, he terminado de resbalar y caer hacia el costado pedorro de las cosas...

Thursday, May 04, 2006

Sangre


Abril. New York. Teléfono público en la esquina de Dean & De Luca.
- ¿Dónde estás? me pregunta.
- Ni idea. Esquina con Houston. Veo Pottery Barn en frente.
- JAUSTON, me corrige, haciéndolo sonar como house.
No puede medir de ninguna manera el nivel de incomodidad que puede generarme que alguien corrija mi inglés ni puedo explicarle que leí el cartel tal cual lo veía y que sí, que sí sé que esta calle se pronuncia distinto a la ciudad y Houston we have a problem y la puta que los parió. Esa misma incoherencia de Arkansas (Arkansaw) y Kansas, Kansas.
Habiendo visto como hacía un bollito insignificante de mi error (que vi pasar rodando por la calle) con una soltura casi indignante, opté por dejarlo pasar.
Mi primo dice estar cerca, en el barrio. No le tomará demasiado tiempo llegar.
Lo veo aparecer al rato, mochila al hombro, pegando codazos y buscando mi cara entre la gente. ¿Qué serán...dos, tres años?
Nos vemos, nos abrazamos (no demasiado) y buscamos un café.
- Dean & De Luca no, digo. La gente está toda parada y estoy agotada.
Es raro ver a mí familia. Es raro para mí tener familia. Este primo en particular, porta mi mismo apellido de tres letras y siempre me cayó muy bien.
Durante la charla saco mi pote de crema Dermaglós (casi mi marca registrada) y adicción que heredé directamente por linea paterna, y me pongo un poco en la cara. Conozco la fórmula de memoria de tanto leer el reverso del pote desde mi infancia; vitaminas A, E, Alantoína y Excipientes, que siempre supuse eran los extras que le daban el color y la consistencia.
- ¿El frío, no?
- Sí, y la calefacción y el viento y el clima seco…Me matan.
Se ríe. Saca de su bolso la versión local de mi pote: Eucerin. Su hermano y su padre también la usan en la cara.
Hablamos de trabajo, de las desavenencias amorosas mías, conyugales suyas, los miedos, su hijo, los muertos.
- ¿Vos estabas cuando se murió mami? (Este lado de la familia tiene la extraña costumbre de llamar a las abuelas "Mami", cosa bastante confusa, pero siendo de las menores no me quedó otra que seguir la corriente familiar o bien proponer otro apodo que nunca se me ocurrió.
- Fue rápido dentro de todo. Estaba con tú viejo, Toti y Piru, casi como que se despidió de los tres…

La sangre es confusa. En segundos abre la confianza con gente a la que uno no ha visto practicamente por años y el tabú se impone generando totalmente lo contrario: la licencia para abrazarse o tocarse libremente porque uno es familia.
Hablamos un largo rato y le relaté las últimas horas de una abuela, probablemente mucho más suya que mía. Tenía preferencia por los primeros. Había algo que la delataba a pesar de la neutralidad con la que agarraba los cachetes de sus nietos y miraba con cara de predilección casi creíble a cada uno. Ellos probablmente sostengan que yo contaba con las ventajas de los más chicos.
Siendo la menor de la camada de primos me causa mucha gracia que me sigan viendo como la pendeja. Llegué a una altura de mi vida en la que ni pienso quejarme al respecto, ni me conviene. De hecho una hace uso y usufructo: todo suena más atractivo saliendo de la boca de la “la pendeja”, una parece mucho más interesante, mucho más leída y la tiene mucho más clara, “para ser una pendeja”. Todo es un engaño perceptivo interesante.

Wednesday, May 03, 2006

Ella empolla

Manejo niveles de ansiedad oral importante en estos días y el cliente no tiene mejor idea que avanzar a la reunión con paquetitos largos de garrapiñada a los que miro con cara de "no debo" hasta que termino lanzando los maníes azucarados uno a uno desde mi mano a mi boca con una precisión por momentos increíble y los mastico con ruido. Sin embargo en algunos de los casos fallo, fallo terriblemente y los maníes terminan rebotando contra mis anteojos a la vista del cliente que no da crédito a lo que ve. Mientras tanto, yo sigo entreteniéndolo con lo que digo y con mucho movimiento de manos distractivo que siempre funciona y haciendo como si nada. Los maníes, por su lado, caen justo entre mis piernas y desaparecen. Pero solo por un rato. Cuando me levanto, quedan en la silla toda una serie de huevitos como en un nido y otros caen al suelo y se apilan en la alfombra. Pienso en levantarlos y comérmelos también, pero no lo hago. Todo tiene un límite. Los pateo con la puntita del taco de mi bota y despido al cliente que se va encantado con la propuesta.
Todo una cuestión de actitud.

Voluble

El tachero era de esos típicos tacheros de Buenos Aires pero el taxi no era de los típicos. Al lado del reloj que me marca lo caro que se puso todo en esta ciudad, colgaba una pantallita de DVD y en las imágenes David Bowie cantando con Annie Lennox "Under Pressure", justamente el tema que tratábamos de bajar el sábado en el Limewire.
- Buen recital.
- Una masa, nena. están todos. Elton Jonh te hace un tema con Axel. Una cosa de locos, entra a los saltos re zarpado con pollerita. De locos, de locos...Axel.
Rose, pienso. Bizarro, pienso.
- A ver, me lo sube un poquito?
El tachero tenía esa espantosa costumbre de mondarse con un silbidito, esos que mandan un chiflete de aire intermitente entre los dientes. Cada tanto miraba por el espejo y me escuchaba tararear un poco los temas.
- Yo vivo de esto, víste...
- Del taxi?
- Sí, bueno, del coche y te vendo DVD. Este te lo dejo a diez pesos. Te llevás una masa, te digo. DVD, eh, no de computadora, DI VI DI, posta. Llevate uno, rubia.
- En Ugarteche y Cerviño decido.
Estábamos a la altura de Aeroparque. Cruzando Seguí ya lo había decidido.
- Bueno, me lo llevo. Diez dijo?
- Sale calentito te digo. Te doy este mismo y una tarjeta, cualquier problemita me llamás.
Sr. Tachero mandó silbidito mondadientes por una última vez, me dió la cajita garabateada con marcador negro que leía Tributo Freddy y tiró un "Que lo disfrutes, rubia".
A veces soy tan fácil.

Monday, May 01, 2006

Vintage Sex


Se puede incurrir en lo nuevo o se puede volver a increíbles cosechas anteriores. Pero para caer en la categoría del vintage tiene que ser necesariamente bueno, tan bueno que merezca ser repetido. (Si no, no es vintage, es simplemente viejo reciclado). Entonces tiene las mejores características: la piel se conoce de memoria como el camino al baño en una noche de borrachera, se reconocen "otras camas, otros maestros" en el medio y se agradecen sus contribuciones, los tiempos están cronometrados intuitivamente y son perfectos, en definitiva, casi tan natural como andar en bicicleta.